Bajar libro (ESP)
Romper el hechizo intenta arrojar un poco de luz a preguntas peliagudas. ¿Por qué y cómo se originó la religión desde el punto de vista de la psicología evolutiva? ¿Por qué significa tanto para la gente? ¿Por qué somos capaces de matar o morir por ella? ¿Aporta más beneficios que obstáculos? ¿Debe de ser erradicada, como se hace con las sectas destructivas o las ideologías neonazis, o debe de ser respetada simplemente porque muchos individuos la respaldan?
“Las grandes ideas de la religión -sostiene Daniel Dennett en esta obra- han mantenido a los seres humanos cautivados durante miles de años. Si queremos entender la naturaleza de la religión hoy como un fenómeno natural, debemos atender no sólo a lo que ella es actualmente, sino a lo que solía ser.” Al analizar la religión como un fenómeno natural, resultado de los imperativos de la evolución, el autor provee una nueva perspectiva desde la cual considerar qué es hoy la religión y por qué significa tanto para tantas personas. “Entonces -señala Dennett- lograremos ver mejor hacia dónde podría estar dirigiéndose la religión en un futuro cercano, nuestro futuro en este planeta. No puedo pensar en investigar ningún tema más importante que éste.”
Daniel C. Dennett (Boston, 1942) es un filósofo de Harvard bien distinto de la mayoría de filósofos, aquéllos que esconden sus opiniones arbitrarias (respaldadas, además, por momias del pensamiento) tras un pomposo lenguaje. Dennett, por el contrario, se explica con claridad y cercanía, y además se ha preocupado de estudiar a fondo múltiples materias científicas para dar cuerpo a sus tesis, como las ciencias cognitivas, la inteligencia artificial o la memética, incluso ofreciendo a la comunidad científica significativos aportes en cuanto a la significación actual del darwinismo. En definitiva, la filosofía que practica Dennett es una filosofía ligada a la investigación empírica, la que en el próximo siglo revolucionará el conocimiento incluso en ámbitos que hace poco parecían exclusivos de las disciplinas humanistas.
Por Sergio Parra
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